Recuerdo que me apetecía una cerveza muy fresca con espuma untuosa. Encontré donde beberla, un lugar tranquilo como deseaba, sombrío, aunque la cerveza, desgraciadamente, estaba caliente y sin fuerza. Pero tenía tanta sed, que bebí una. Y otra. Y otra. No recuerdo hasta cuantas. Entonces sonó el clic y vi. La bóveda laberíntica de mi cabeza vio sus labios rojos, entreabiertos, sus pestañas largas y oscuras, sus ojos vívidos y llenos de sombras, su borrosa nube de cabellos. Por encima de los hombros del Horror, una belleza que dejaba sin respiración, me contempló un instante. El espanto tomó por primera vez forma concreta gracias a la menos concreta de todas las cosas: un sueño de alcohol. Era consciente de que las nieblas se abrían y, después, que una Cara se entrometía en mis visiones. Primero pensé que se trataba de una calavera; luego vi que era de un espeluznante color amarillo, y no blanco, y que estaba provista de alguna horripilante forma de vida. En sus profundas cuencas centelleaban unos ojos, y las mandíbulas se movían como si hablasen. El cuerpo, a excepción de los hombros altos y delgados, era confuso y carecía de forma, pero las manos, que flotaban entre las neblinas que rodeaban la calavera, eran horriblemente vivas y me llenaban de pavor. Eran como las manos de una momia, largas, flacas y amarillentas, con articulaciones nudosas y crueles uñas curvadas como garras. Y su voz, escalofrío mortal, imagina a quien lleva muerto tanto tiempo que sus órganos vocales hayan perdido la costumbre de hablar. Luché por despertar, por abandonar aquella dimensión, las nieblas giraron y se espesaron, el Horror se perdía en la distancia, en las profundidades, pero tuve la sensación de que me había visto. Que ya sabía quien era. Y que volvería. Por Francisco Illán Vivas. |
Irene Muriel, artista
5 months ago
4 comments:
Aunque más que sueño, lo habría titulado "pesadilla" te agradezco tu colaboración en este blog, Paco.
Un saludo.
Por cierto, le deja a uno angustiado... espero ansioso la resolución de esta historia.
Hola.
No puede titularse Pesadilla, pues ya existe en Internet un relato con ese título: Pesadilla
Y puedes conocer un poco más de las aventuras de esa mujer.
Saludos desde La cólera de Nébulos
Volveré
Hola.
El arte sano, con este relato, ha sido incluido en mi ficha personal que existe tanto en wikipedia como en Golwen, la enciclopedia de la fantasía.
Saludos.
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