28.8.08

Tiempo

El cajón repleto de sueños formados de dulces olores...
recuerdos lejanos de un tiempo mortal.

Las manos vacías de miedo,
de sangre, de vida y de pan.
El tiempo escondido entre los recuerdos,
las horas futuras tan duras como olas de mar.

Tiempo pasado, eterno suplicio,
Largas las horas, eternos los días,
murmullos entre las hojas que esperan un punto final.

Y mil huecos repletos de dudas que quizá pronto se disiparan.
Tiempo.

Tiempo para abrazarse a los aires
que rondan las casas de un sueño mortal.

Tiempo para incumplir promesas,
crear vidas nuevas,
atarse a las sirgas que no sucumbieron bajo el temporal.
y entonces...
dejarse arrastrar,
morir,
naufragar.
El hastío rondando la mente,
los sueños pasados mordiendo el futuro,
mil tiempos de recuerdos vacíos,
y un solo momento para abrazar la verdad...
Tiempo y espera.

Solo en tus manos hallaras livertad.
Por Ana Aspid.

19.8.08

Sueño (I)

Recuerdo que me apetecía una cerveza muy fresca con espuma untuosa. Encontré donde beberla, un lugar tranquilo como deseaba, sombrío, aunque la cerveza, desgraciadamente, estaba caliente y sin fuerza.
Pero tenía tanta sed, que bebí una. Y otra. Y otra. No recuerdo hasta cuantas.
Entonces sonó el clic y vi.
La bóveda laberíntica de mi cabeza vio sus labios rojos, entreabiertos, sus pestañas largas y oscuras, sus ojos vívidos y llenos de sombras, su borrosa nube de cabellos. Por encima de los hombros del Horror, una belleza que dejaba sin respiración, me contempló un instante.
El espanto tomó por primera vez forma concreta gracias a la menos concreta de todas las cosas: un sueño de alcohol.
Era consciente de que las nieblas se abrían y, después, que una Cara se entrometía en mis visiones. Primero pensé que se trataba de una calavera; luego vi que era de un espeluznante color amarillo, y no blanco, y que estaba provista de alguna horripilante forma de vida. En sus profundas cuencas centelleaban unos ojos, y las mandíbulas se movían como si hablasen. El cuerpo, a excepción de los hombros altos y delgados, era confuso y carecía de forma, pero las manos, que flotaban entre las neblinas que rodeaban la calavera, eran horriblemente vivas y me llenaban de pavor.
Eran como las manos de una momia, largas, flacas y amarillentas, con articulaciones nudosas y crueles uñas curvadas como garras.
Y su voz, escalofrío mortal, imagina a quien lleva muerto tanto tiempo que sus órganos vocales hayan perdido la costumbre de hablar.
Luché por despertar, por abandonar aquella dimensión, las nieblas giraron y se espesaron, el Horror se perdía en la distancia, en las profundidades, pero tuve la sensación de que me había visto. Que ya sabía quien era.
Y que volvería.

Por Francisco Illán Vivas.

18.8.08

Testamento moral

Llegado el momento en el cual ya no me encuentro entre vosotros me gustaría dedicaros unas últimas palabras, así dejaré constancia sobre mi experiencia adquirida durante mi paseo por la vida.

Este testamento tiene varias ventajas, nadie recibe lo que yo le asigne, cada uno puede llevarse lo que mas le interese, también es destacable su carácter no-excluyente, esto no es un reparto, se puede tomar los consejos que se deseen, independientemente que otra persona coja los mismos.

A continuación dejo un decálogo donde se recogen las ideas que os brindo:

- Cuando la razón y el sentimiento utilizan caminos diferentes aparece el sufrimiento.
- De todo se aprende, nada es desaprovechable.
- Deposita tu vida en los sentimientos, no hay bienes materiales que resistan el peso de la felicidad.
- El silencio es una bella forma para decir algo. La sonrisa y la mirada, son las dos mejores caricias que pueden llegar a mimar un corazón.
- La vida es única e irrepetible. Solo se puede vivir el presente. El momento es ahora. Hoy es el mejor día.
- El Error es el mejor maestro, ofrece lecciones que nunca se olvidan y encaminan hacia un comportamiento correcto e inequívoco.
- Cree en ti, lucha por tus sueños, defiende tus ideas, y no olvides a quienes te aprecian, regálales tu mejor versión cuando te necesiten.
- No pretendas que la suerte solucione tus problemas, ni triunfar sin haberte establecido unos objetivos.
- La persona fuerte no es la que evita caerse, sino la que consigue levantarse.
- Los sentimientos que no son expresados carecen de sentido. Los defectos ignorados o no asumidos son un lastre.

Para terminar me queda dar las gracias a todas las personas con las que he coincidido, gracias a quienes me ayudaron, por confiar en mi y apoyarme, y también gracias a aquellos que fueron todo lo contrario, por haberme enseñado que la vida no es de color de rosa, sin ellos no habría tenido que luchar hasta convertirme en lo que fui, alguien tenaz que consiguió conocerse a si mismo, descubrió sus limite, fortalezas, flaquezas, y posibilidades.

(c) Por Águila.

16.8.08

En clave de Sol

Busco el escondrijo que me resguarde de ti, creí haberlo encontrado en el silencio.
Vieja daga lacerante,
estilete delicado,
corte fino sin dolor.

Ya no sangran las heridas,
no supuran borbotones,
no soy tu, tu no eres yo.

Cielo abierto descampado,
cuanto tiempo en el adiós,
cuantos nombres olvidados,
¿cuál momento?
¿qué perdón?

Veinte años, profecía,
tu sonrisa, mi dolor,
viejas fotos, viejos tiempos,
mi tristeza y el olvido, apostando en el vagón.

Escondrijo y un lamento distrayendo mi atención,
un susurro y unas letras,
una calle incongruente,
esta mísera canción.

Si me llamas ya no vengo,
si te busco ya no estás,
no te sueño y no te encuentro,
yo no pienso y tu no más.

Y me arropo entre las notas y el sonido de mi voz,
y te añoro y te maldigo,
desordeno las vocales
y te juzgo sin amor.

Mi condena impertinente,
tu blasfemia singular,
parapeto intransigente,
caudalosa libertad.

Las verdades tienen alas,
no me has visto cojear,
no es verdad que fueran falsas y no es cierta la verdad.

Por tu sangre y por mis venas,
alfileres sin control.
ya no sangran las heridas,
no supuran borbotones.

No soy tu,

tu no eres yo.

Para Esther, quien fuera mi hermana.

(c) Por Ana Aspid.

CLIC

Me encontraba tumbado en la cama, cubierto por la suave brisa del ventilador, disfrutando de ese placentero momento de descanso, estaba durmiendo y ya había conseguido “coger” una buena posición y ningún problema distraía mi mente, solo me quedaba entrar en la fase REM

Para mi desgracia un estruendoso ruido retumbó por toda la habitación, el cual me arrebató de las manos de Morfeo, ese momento de confusión y exaltación fue una gran inspiración de improperios:

- Pero... ¿qué cojo*** es esa pu** mier**? Me cag* en la host**, que por cul*, ********************

Tras ese momento de desahogo conseguí serenarme para intentar reconocer el origen de ese espantoso ruido. El malestar que tan repentinamente surgió en mi, aumento al darme cuenta de todo, lo que escuche fue el sonido del temporizador del ventilador cuando llegó a cero, el simple “clic” de un mecanismo arruino un momento de felicidad, había sido traicionado por un electrodoméstico, primero me ayuda a coger el sueño y después...

Cambió la situación, ahora me encontraba tirado y abandonado en mi cama, notaba las ansias del calor por apoderarse de mi, comenzaba a sentir su presencia. Me di cuenta que tenia que “empezar” otra vez, unas cuantas vueltas en la cama y otras vueltas a los problemas en mi cabeza, hasta volver a la situación previa al estrepitoso momento.

No sabía que hacer, podría levantarme y poner a funcionar el ventilador media hora mas, con el riesgo de que volviera a ocurrir lo mismo cuando finalice el tiempo programado, las mismas sensaciones y pensamientos, con el añadido de que se me quedaría cara de tonto. La otra opción fue seguir como si no hubiera pasado nada y buscar la forma de vengarme de un ventilador.

Elegí la segunda opción, pero me queda cumplir la última parte, aunque tengo dudas de llegar al final del plan, no me gustaría enemistarme con el ventilador, porque tendría que buscar otro amigo y el calefactor no es buena compañía en esta época del año.

(c) Por Águila.