27.7.08

Stress

Por fin. Regresas con avidez al calor del teclado de tu portátil. Lo echabas de menos. Se abre una ventana al mundo ante ti.
Pulsas ON. Esperas. La impaciencia te carcome. Contraseña. Hecho. Doble clic sobre el icono de Internet Explorer.
Recorres a velocidad vertiginosa las actualizaciones de las páginas y blogs que figuran en tus favoritos. Nada nuevo. Nada nuevo. Aquí hay algo. Interesante… da que pensar. Jaja, gracioso. Bueno… Nuevo salto. Nada nuevo. Nada nuevo. Algo hay. Es muy corto. Es una chorrada, fuera… A ver el correo…
Te apetece un pito. Coges el paquete. Rebuscas con el dedo en el interior del paquete. Lo piensas. Fumar mata. Lo dejas.
Estás en la bandeja de entrada. Chorrada. Chorrada. Uno que parece importante. Lo abres. Es un asunto laboral. Hoy es domingo. Te agobias. Lo cierras. Te apetece un pito.
Cierras Internet. Dudas. Recuerdas. Hace seis días que no actualizas ninguno de tus blogs. Bfffff… Tienes un par de ideas a las que darles forma. Doble clic sobre el icono de Internet Explorer.
Mis favoritos. Accedes a tu blog. Contraseña. Miras a izquierda y derecha, cómicamente, asegurándote de que nadie te observa teclearla. Escribes. Escribes. Pulsas para adjuntar una fotografía. Internet Explorer no ha podido mostrar la página. Tu conexión es una mierda.
Te apetece un pito. Coges el paquete. Rebuscas con el dedo en el interior del paquete. Sacas un pito. Lo llevas a tus labios. Lo piensas. Fumar mata. Lo vuelves a dejar en el paquete.
Sigues intentando adjuntar la foto. Se va a la mierda todo lo que has escrito. Control-Z. Control- Z. No funciona. Hora y cuarto componiendo un texto en condiciones. Te llevas las manos a la frente.
Alzas la vista y dejas de mirar a la pantalla. Observas la noche por el balcón de tu casa. Hay una tímida luna menguante que vuela raso sobre la línea del horizonte. Distingues, en la lejanía, la figura de una grúa de grandes dimensiones. Observas a tu perro caminar en círculos preparando el terreno para satisfacer ciertas necesidades. Te relajas y te dejas caer sobre el respaldo del asiento. Coges el paquete de tabaco y sacas un cigarrillo. Lo enciendes. Lo saboreas. Expeles el humo. Te consuelas pensando que la parca llega para todos, pero te preocupas cuando piensas que el tabaco merma la potencia sexual.
Piensas. Debería escribir esto… Abres un nuevo documento de Word. Reflexionas, mientras te rascas la patilla izquierda.
Escribes: Por fin. Regresas con avidez al calor del teclado de tu portátil…

(c) Por Eric F. Luna.

1 comment:

Anonymous said...

Buen relato y buen recurso ese de utilizar una excesiva agilidad y rapidez a la hora de ir plasmando las ideas para que sintamos el “Stress” que tenias